miércoles, 11 de agosto de 2010

Alfred Hitchcock - Psicosis

Alfred Hitchcock
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Alfred Hitchcock (1899-1980)

Nació en Londres en 1899. Fue educado dentro de una familia católica y le tocó sufrir la moral represiva de la época, lo que quizá explique su posterior afición al psicoanálisis. Perdió a su padre con quince años y su madre, un "sargento castrador" que prefigura el terrorífico personaje de Psicosis, se hizo cargo de la familia. A los veinte años empezó a trabajar en una pequeña productora de cine. De este modo aprendió el oficio desde abajo, haciendo los rótulos de las películas mudas y terminando como director. De su etapa inglesa cabe destacar Los 39 escalones (1935). Huyendo de la segunda guerra mundial emigra a EE.UU. Entre 1954 y 1960 rueda sus obras maestras: La ventana indiscreta (1954), Vértigo (1958), Con la muerte en los talones (1959) y Psicosis (1960). Tiene fama de haber sido extremadamente perfeccionista, maniático, tacaño y tiránico. Se enamoró perdidamente de sus actrices y todas le dieron calabazas: Ingrid Bergman, Grace Kelly, Tippi Hedren. Siempre fue menospreciado por la crítica norteamericana que le acusaba de dedicarse al mero entretenimiento. Nunca ganó un Oscar. Sin embargo, en Europa, siempre fue aclamado como un gran innovador del lenguaje cinematográfico. Murió en Los Ángeles en 1980.



Para conocer a Hitchcok el mejor libro es:

Truffaut, F.: El cine según Hitchcock. Madrid: Alianza editorial, 2000.











Fotograma de Psicosis, 1960. Ficha técnica de Psicosis

Director: Alfred Hitchcock



Título original y año: Psycho, 1960



Guión: Joseph Stefano basado en la novela de Robert Bloch



Intérpretes: Anthony Perkins (Norman Bates), Janet Leigh (Marion Crane), Vera Miles (Lila Crane)



Duración: 109 minutos.



Blanco y negro.









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1. Norman y Marion

- Norman: Siéntese



- Marion: Gracias



- Norman: Es usted muy amable.



- Marion: Cómaselo todo. Yo no tengo apetito.



- Norman: Come usted como un pájaro.



- Marion: ¿Lo dice usted por esos? (mirando a los pájaros disecados)



- Norman: No, desde luego. Uno oye esa expresión. Comer como un pájaro. Y es una falsedad. Porque precisamente los pájaros comen mucho. Bueno, no vaya a creer que entiendo de pájaros vivos. Mi pasatiempo es rellenarlos. Soy taxidermista. Los diseco. Y diseco pájaros porque. Yo aborrezco ver a otros animales disecados. No sé como hay gente que se atreve a disecar perros y gatos. Yo opino que sólo puede hacerse eso con pájaros porque adquieren cierta PASIVIDAD disecados.



- Marion: Es un extraño pasatiempo. Curioso.



- Norman: Y no es muy común.



- Marion:Seguro



- Norman: Y no hay que emplear mucho dinero. Lo hago con serrín, aguja e hilo. Lo más caro de todo son los ácidos.



- Marion: Como pasatiempo está bien.



- Norman: Bueno, es algo más que un pasatiempo. Un pasatiempo es matar el tiempo sin llenarlo.



- Marion: ¿ Y el suyo está vacío?



- Norman: Verá, llevo los libros, cuido las habitaciones, la casa. Bueno, solo hago lo que mi madre me permite.



- Marion: ¿No tiene usted AMIGOS?



- Norman: El mejor amigo para un muchacho es su MADRE. ¿ Usted no ha tenido un momento vacío en toda su vida?



- Marion: Como todo el mundo.



- Norman: ¿Y adónde va? si puedo saberlo



- Marion: Busco una isla perdida.



- Norman: Pero ¿de qué huye usted?.



- Marion: ¿Supone que huye de algo?



- Norman: Además intentar huir de algo es inútil. La lluvia no ha durado mucho. ¿Sabe lo que pienso? Que todos tenemos algún problema y que muy pocos pueden librarse de ellos. Por más cosas que intentemos no es posible, el problema existe siempre.



- Marion: A veces somos nosotros mismos quienes lo creamos.



- Norman: Yo nací con el mío. Y ahora no me importa.



- Marion: Pues creo que ha de importarle.



- Norman: Y en realidad me importa aunque lo niegue.



- Marion: ¿Sabe? Si alguna vez alguien me hablara de la forma en que antes le hablaba ella a usted...



- Norman: Muchas veces cuando me habla de ese modo siento unos deseos enormes de enfrentarme con ella o marcharme. Abandonarla para siempre. Pero está enferma ¿Entiende?



- Marion: No saqué esa impresión.



- Norman: Enferma, no débil. Desde que murió mi padre tuvo que preocuparse de todo. Yo era muy pequeño. Creo que no tenía necesidad de trabajar tanto. Él le dejó algún dinero. Además, hace unos años mi madre trabó amistad con un .hombre que la convenció para construir esto y cuando el hombre murió sufrió un shock nervioso porque tuvo una muerte... No creo que sea apropiado contárselo mientras está comiendo...Ella lo consideró una gran pérdida. Ya nada le quedaba.



- Marion: Excepto usted.



- Norman: Un hijo y un marido son algo muy diferente.



- Marion: ¿Por qué no se marcha de aquí?



- Norman: ¿A una isla perdida como usted?



- Marion: No, no como yo.



- Norman: ¿Y dejarla sola? Nunca lo haré ¿Quién cuidaría de ella? El fuego se le acabaría. El frío y la humedad harían de aquello una tumba. Me faltaría valor para hacerle eso aún odiándola. Y no la odio. Se lo aseguro. Lo que odio es su enfermedad. Lo que es ahora.



- Marion: ¿Por qué no prueba usted a llevarla a algún sitio?



- Norman: Comprendo, ¿quiere usted decir un manicomio? Me parece algo menos cruel llamarlo sitio. Pero no deja de ser un manicomio.



- Marion: No se ofenda. Yo no pretendía ser cruel.



- Norman: ¿Qué sabe usted de eso? ¿Ha visto por dentro uno de esos sitios? Lágrimas y risas, ojos alucinados estudiándote. ¿Mi madre allí? Pero si no es peligrosa. Es tan inofensiva como uno de estos pájaros.



- Marion: Lo lamento. Yo se lo sugerí... Quiero que comprenda mi buena intención.



- Norman: La comprendo perfectamente. Eso es lo que hacen todos. Incluso usted. Sugerir cosas horrendas con la mayor delicadeza. Hace tiempo me lo sugerí yo mismo. Pero me dio mucha pena. No es que ella sea una maníaca, una demente furiosa, tan sólo comete pequeñas locuras. Todos, un día u otro, cometemos alguna. ¿No cree?



- Marion: Sí. Y a veces con una es suficiente. Gracias.



- Norman: Gracias Norman... ¿No irá ya usted a retirarse a su habitación?



- Marion: Estoy muy cansada. Y he de hacer mañana un largo viaje. Debo volver a Phoenix. Yo tengo también allí un problema importante. A ver si le encuentro una solución ahora que aún es a tiempo.



- Norman: ¿De veras no quiere quedarse un ratito más charlando conmigo?



- Marion: Lo siento, pero...



- Norman: De acuerdo. Bien, entonces hasta mañana. Le serviré el desayuno. ¿ A qué hora?



- Marion: En cuanto salga el sol.



- Norman: Lo que usted diga señorita...



- Marion: Crane



- Norman: Crane, eso es.





En este diálogo entre Norman y Marion se transparenta repetidas veces la enfermedad mental de Norman. Descúbrelas.

2. La explicación final de Simon, el psiquiatra, sobre el caso de Norman Bates.

- Fiscal del Distrito: ¿Le ha hablado?



- Simon: No. Conozco toda la historia. Pero no por Norman. La conozco por su madre. Norman Bates ya no existe. Solo existió una mitad suya. Ahora la otra mitad le domina. Probablemente para siempre.



-Lila: ¿Mató él a mi hermana?



- Simon: Sí... y no



- Fiscal del Distrito: Si como Simon pretende usted establecer algún fundamento médico en que apoyar la defensa de ese muchacho sólo...



- Simon: El Simon no establece fundamentos, sólo trata de explicar ...



- Lila: ¿Pero mi hermana sí...?



- Simon: Sí. Lo lamento. Y también el detective privado. Si hacen dragar ese pantano que hay junto al parador tal vez... ¿Hay pendiente de solución algún caso de personas desaparecidas?



- Jefe de policía: Sí, dos.



- Simon: ¿Muchachas?



- Jefe de policía: ¿Es que él ha confesado?



- Simon: Ya he dicho que fue la madre. Ahora bien, para comprender cómo puede haber confesado la madre, es decir, la mitad mental que domina a Norman, habrá que retroceder diez años. A cuando mató a su madre y al hombre que vivía con ella. Entonces estaba ya bastante perturbado. Lo estaba desde que murió su padre. Su madre era autoritaria, una mujer absorbente. Durante años vivieron como si nadie más existiera. Ella conoció a un hombre. A Norma le pareció que aquella amistad lo postergaba. Y en un arrebato de celos mató a los dos. El matricidio es probablemente el crimen más monstruoso que existe. Y quien lo comete se hace despreciable. De modo que él intentó borrar aquel crimen, al menos de su mente. Y robó el cadáver. Se enterró un ataúd lastrado. Escondió el cadáver en su casa. Y trató de conservarlo tan bien como pudo. Pero eso no le bastaba. Aunque ella estaba allí no era más que un cadáver. Y entonces empezó a sentir y hablar por ella. Le dio la mitad de su vida, por así decirlo. Algunas veces sostenía ambas personalidades y sostenía conversaciones y otras veces le dominaba la mitad materna. Nunca fue del todo Norman. Pero a menudo era enteramente su madre. Siempre estuvo patológicamente celoso de ella y pensaba que ella lo estaba de él de tal modo que en cuanto sentía una fuerte atracción hacia una mujer se alborotaba su lado materno. Cuando conoció a su hermana, se sintió atraído por ella, excitado, la deseó. Eso despertó los celos maternos. Y la madre la asesinó. Después de matarla para Norman fue como si despertara de un sueño. Y con la sumisión de un niño hizo desaparecer las huellas de aquel crimen que él estaba convencido que había cometido su madre.



- Sam: ¿Y por qué iba vestido de aquel modo?



- Fiscal del Distrito: Es transformista



- Simon: No no es eso. Transformista es la persona que pretende distraer o conseguir golpes de efecto vistiendo ropas diferentes. Por lo tanto, Norman no lo es. Él se vestía de aquel modo porque así contribuía a conservar la ilusión de que su madre seguía viva. Y cuando la realidad estaba próxima, cuando un peligro o un deseo iban a destruir su ilusión, se disfrazaba, se ponía incluso una peluca, paseaba, usaba el sillón de ella, imitaba su voz, quería ser su madre ¿comprende? Y ahora, ahora lo es. Por eso al empezar dije que su madre me contó la historia. En cualquier caso que la mente albergue dos personalidades, surge un conflicto, una batalla. En Norman, señores, la batalla terminó. Ha triunfado la personalidad dominante.



- Chambers: Los cuarenta mil dólares. ¿Dónde están?



- Simon: En el pantano. Fueron crímenes pasionales no lucrativos.



- Policía: Dice que tiene frío ¿le llevo esta manta?



- Simon: Está bien.



- Norman: Gracias.



Madre de Norman. Voz en off

Es muy triste que una madre tenga que declarar contra su propio hijo. No podía permitir que creyeran que el crimen lo cometí yo. Ahora lo encerrarán. Debí hacerlo yo misma hace años. Siempre fue un malvado. Intentar hacerles creer que yo misma había asesinado a aquellas muchachas y aquel hombre. Como si pudiera hacer algo excepto estar sentada y observar igual que sus pájaros disecados. Ellos saben que no puedo ni mover un dedo. Ni quiero. Me quedaré aquí sentada. No haré un solo movimiento. Sospecharían de mí. Probablemente me vigilan. Que vigilen. Así se darán cuenta de la clase de persona que soy. No voy a matarte (mirando a una mosca posada en su mano). Tranquilízate. Seguro que me están vigilando. Mejor. Así dirán, "pero si no fue capaz ni de matar una mosca..."





Comenta la explicación de Simon (el psiquiatra) sobre el caso de Norman Bates a partir de lo que has aprendido sobre el psicoanálisis.

Psicosis -1960 - Alfred Hitchcock (Trailer V.O subtitulado en español)

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